El CD Lugo volvía al Anxo Carro con la obligación de conseguir tres puntos clave para el tramo final de temporada. Los de Trashorras arrancaban el duelo con la novedad de Bernardo y Johaneko en zaga, y con el esquema habitual en el bando albivermello. Enfrente, un Rayo Majadahonda en situación clasificatoria apurada y que comenzaría el choque con actitud y disposición valiente y ambiciosa, para tratar de conseguir la ventaja en el feudo lucense. Primeros minutos de control albivermello con ocasiones claras para los locales, la primera para Willy, que estrellaba su testarazo en el larguero, y la segunda para Nacho Quintana, que buscaba fortuna en el mano a mano ante Dani, con victoria para el meta madrileño. Los locales conseguían llevar el peso del partido y las oportunidades ante un rival que no renunciaba a la construcción ordenada, aunque sin fortuna en la elección en metros finales.
El encuentro discurría con mayoritario control y dominio local, con una buena actuación general, tanto en ataque, como en defensa, equilibrando los envites de un rival que buscaba la incorporación por costados para llegar hasta Lucas. Los de Trashorras dominaban los carriles centrales y acumulaban balón y ritmo de juego frente a un contrario acosador en la ocupación de los espacios. Los majariegos se quedarían con diez jugadores tras la clara agresión de Sergi García a Bernardo, lo que permitía a los amurallados afrontar el final del periodo con ventaja numérica. Al borde del descanso, tras varias llegadas claras por costado derecho, con protagonismo de Johaneko y Quintana en el desborde, llegaría el tanto de la ventaja, obra de Jozabed, de perfecta volea a pase del medio castellanomanchego, colocando el esférico en la red de un impotente Dani. Ventaja merecida.
La segunda parte arrancaba con malas noticias para los locales, el Rayo Majadahonda lograba la igualada gracias a un remate de Hermoso tras saque de esquina que equilibraba de nuevo el marcador. El tanto espoleó a un CD Lugo herido tras el gol encajado, y los amurallados adelantaban posiciones con la entrada al verde de Jorge para buscar la velocidad por banda. El juego entraba en un escenario de ida y vuelta, y el conjunto lucense reforzaba su propuesta en busca de la llegada por carril interior y costados. Los de Trashorras adelantaban líneas y cercaban a un rival que sólo escapaba del redil a través de envíos largos hacia sus hombres más descolgados.
El encuentro continuaba su desarrollo y del banquillo local saltaban al verde Leandro, Aranda y Antoñín, para sumar velocidad y presencia en un ataque que precisaba encontrar las grietas del ordenado engranaje majariego. Los locales echaban el resto en busca de la victoria, y con la entrada de Gorka remataban los cambios, y se conformaba el bloque que debía terminar el encuentro. Minutos de infarto con expulsión al entrenador visitante incluida, en la que el CD Lugo peleó hasta el final por un segundo gol más que merecido. Éste llegaría a escasos minutos del final, en botas de Antonio Aranda, que recogía un rechace en el área para fusilar al meta rival, consiguiendo el segundo gol para los locales. La rúbrica la estamparía Leandro Antonetti, al borde de la conclusión, con el tercer y definitivo tanto de la tarde, en una definición que certificaba los puntos para el cuadro lucense.
