El CD Lugo afrontaba el último partido de temporada en el Anxo Carro ante su afición, ante un CE Sabadell en busca de la permanencia. El equipo de Trashorras saltaba al verde con su esquema clásico, y las novedades de Fran Mérida y Bernardo en el once inicial. Primeros minutos de dominio local, ante un CE Sabadell que contaba con Ortolá, Resta, o los ex albivermellos Maestre y Calavera, como los activos principales de un once experimentado. El encuentro discurría entre la búsqueda de espacios y de control de juego de los locales, y las ansias de gol y de ataque de un rival algo impreciso en un choque lleno de presión para los arlequinados. Pronto conseguía adelantarse el CD Lugo gracias al tanto de Aranda, que aprovechaba con calidad la dejada de Antonetti para hacer el primero de la tarde. El juego del conjunto local se mostraba ágil en transiciones y capaz en la generación de ocasiones, con buen ataque a los espacios por ambos costados.
La primera mitad discurría con alternativas en ambas porterías, y con dos estilos enfrentados sobre un césped que ofrecía espacios para la creación de las vanguardias. Así, Kopotun, en una embarullada jugada en el área local, lograba establecer la igualada y el equilibrio en el marcador. Un gol que espoleó al equipo catalán, necesitado de un empuje mayor para derribar la estructura de un CD Lugo que compitió durante todo el encuentro con profesionalidad y ritmo constante. El dominio local se extendió durante una primera parte que terminaba con mayor número de ocasiones para los de Trashorras.
La segunda mitad traía exactas sensaciones sobre el terreno de juego. El CD Lugo manejaba mejor los tiempos que su rival, pero la alternativa en las dos áreas se mantenía como patrón constante. David Rosón, Da Costa, Antoñín y Lizancos hacían su entrada durante el periodo y cargaban de oxígeno las bombonas de un equipo que trabajó el equilibrio entre el cierre de espacios frente a las acometidas rivales, y la salida ofensiva con balón controlado en busca del asalto a las líneas rivales. Así, dos de los incorporados, Da Costa y Antoñín, conseguían perforar la meta rival en sendos acercamientos plenos de velocidad y eficacia, para poner por delante al equipo en al tramo final de partido.
Con un capítulo final de infarto, en el que el CE Sabadell conseguía empatar el partido con dos goles al filo de la conclusión, finalizaba un choque que repartió los puntos entre ambos contrincantes, sumando un punto más para los amurallados, y consumando el descenso visitante. El Anxo Carro despedía a su equipo con signo positivo hasta la próxima temporada.
