El CD Lugo llegaba al Estadi Johan Cruyff con la misión de competir por los puntos ante un FC Barcelona Atlétic que buscaba continuar como rival de altura en el feudo blaugrana. Roberto Trashorras disponía un once de garantías con la presencia de Javi Vázquez en el lateral izquierdo como principal novedad en un equipo que repetía estructura e intenciones para hacerse con el mando de un partido disputado desde el primer minuto. El ritmo de juego se adecuaba a dos propuestas cercanas, en un duelo en el que el protagonista indiscutible era el esférico. Frente a los lucenses, el equipo de Rafa Márquez exhibía circulación y llegadas de gol, con acercamientos en botas de Naim, Pau Víctori o Casadó; enfrente, los visitantes optimizaban el acercamiento por costados, con buen trabajo interior de posesión, recuperación y salida rápida al espacio.
La primera mitad dividía el juego de manera pareja entre ambos contrincantes, el CD Lugo adelantaba líneas sobre campo rival, y el FC Barcelona Atlétic hacía lo propio en la lucha por los espacios. Marc Guiu rozaba el primer tanto, con un buen remate de cabeza, bien salvado por Lucas Díaz, y en la meta contraria era Willy quien gozaba de una clara ocasión tras error en la entrega de Mikayil sobre su portero, que el punta extremeño no pudo aprovechar para cristalizar en gol. Con el cambio por lesión de Javi Vázquez, y un buen disparo de Jozabed terminaba una primera parte ajustada, de disputa por la posesión y los espacios, que permitió ver una gran imagen del equipo amurallado.
La segunda parte traería un mantenimiento del ritmo de juego visto en su predecesora, con intensidad en ambos bandos y búsqueda constante de la entrada en las acorazadas zagas. Buen trabajo de un CD Lugo voluntarioso y trabajador, que gestionaba con acierto los tiempos de posesión de balón, aunque sin fortuna en metros finales para desnivelar la balanza. Antonetti y Fuentes sumaban músculo y piernas a un ataque que implementaba su presencia dentro de un duelo que el conjunto local comenzaba a capitalizar en tiempos de mantenimiento del esférico.
El encuentro se tornaba muy exigente para un CD Lugo que, sin embargo, resistía envites con solvencia y seguridad, procurando llegadas por costados a campo rival. Pese al trabajo realizado, serían los locales quienes lograban adelantarse en el marcador en una gran jugada por izquierda, que terminaba introduciendo Castrín en propia portería. Jarro de agua fría para un equipo que añadía a Aranda y Antoñín en busca de una igualada que finalmente no se produciría, pese a que el equipo lo intentó una y otra vez hasta el pitido final. Dos claras ocasiones de Fuentes y Antonetti servían de epitafio para el choque. Excesivo castigo para un Lugo que se marchaba de vacío del Estadi Johan Cruyff.
