El CD Lugo aterrizaba en Mendizorroza con la misión de buscar los puntos ante uno de los rivales más complicados de la categoría. El debut de Íñigo Vélez frente al Deportivo Alavés, se antojaba como una auténtica batalla en busca del preciado botín en juego. El míster albivermello implantaba un nuevo dibujo para el once, con tres hombres en defensa, Pantic, Pirri y Alberto; Loureiro y Andoni en las alas; Xavi Torres, Clavería y Gui en medular; y las posiciones de ataque para Barreiro y Avilés. Enfrente, un equipo de quilates y calidad, con referencias como Villalibre, Salva Sevilla, o Luis Rioja, galardonado en los prolegómenos del encuentro con el trofeo al mejor jugador de la liga en el pasado mes de febrero. El choque arrancaba duro y exigente para los visitantes, aplicados al máximo en la defensa de sus intereses, exhibiendo un bloque alto sobre el terreno de juego en busca de una presión eficaz sobre la salida rival. Los vitorianos amenazaban pronto con dos ocasiones claras de Vilabrille y Sevilla, y los lucenses respondían con buenas aproximaciones a balón directo, como la protagonizada por Avilés en un fuerte disparo que se escapaba alto por muy poco.
La primera mitad se repartía entre un inicio y desarrollo con protagonismo para los babazorros, y un tramos final con los de amarillo buscando su ocasión. Vilabrille probaba a Whalley en un mano a mano brillante del meta aragonés, y a renglón seguido, de nuevo Whalley salvaba los muebles con reflejos ante el remate de Rioja. Los centros cruzados de los estremos vitorianos significaban las opciones más complicadas de defender para una zaga obligada a introducir cambios tras la lesión de Pantic. Con Calavera sobre el verde, y con Whalley salvando de nuevo una ocasión vital, llegaba el turno final para un CD Lugo que crecía con el paso de los minutos, y que aproximaba sus ocasiones de gol con sendos disparos de Andoni y Avilés. El equipo despedía la primera parte con grandes sensaciones en un escenario de máxima exigencia.
La segunda mitad continuaba con el guion previsto. Alta intensidad, juego de ida y vuelta con ataque a los espacios, y tentativas para ambos bandos. El CD Lugo continuaba con su plan de resistencia y amenaza, buscando sus momentos frente al empuje rival. Gran trabajo constante de cierre de espacios y contundencia defensiva para continuar enfrentándose a un choque que iba a requerir de las máximas capacidades posibles para el éxito final. Cuéllar, Carbó, Hacen y Moyano hacían su ingreso en esta segunda mitad para completar el plan de trabajo y equilibrio establecido en busca del merecido premio.
El tramo final del duelo iba a exprimir la concentración y destreza del equipo. El bloque mostraba su mejor cara de los últimos partidos, con solvencia ante las embestidas y velocidad en el ataque a los espacios tras recuperación. El conjunto de Vélez merecía más, y tras dos ocasiones muy claras de Miguel y Villalibre, llegaría la oportunidad más clara del partido con una falta magistral de Pirri que salvaba el meta local con la parada de la tarde. El pitido final indicaba el término del encuentro, y la consecución de un punto heroico para seguir remando.
