El CD Lugo regresaba al Anxo Carro para disputar uno de los duelos marcados en rojo en el calendario albivermello. El Derbi dos Ancares arrancaba intenso entre dos equipos que buscan las posiciones nobles de la tabla clasificatoria. Con las novedades de Jozabed en el enganche, Johaneko como lateral, y Torrado en el interior derecho, iniciaba su duelo el conjunto amurallado frente a la SD Ponferradina, en un arranque de partido intenso y disputado desde el primer minuto. Los de Munitis exhibían orden y rigor posicional frente a un contrario que tenía en Yuri a su referencia ofensiva, bien secundado por Abelenda y Ernesto en los flancos. Los pupilos de Íñigo Vélez buscaban la combinación veloz en carriles interiores para sorprender a los espacios, mientras que el cuadro local se afanaba en concentrar efectivos en el cierre posicional, tratando de salir por velocidad a través de los dos carriles. Disputa intensa por el control de un choque que acumulaba acción y revoluciones en la competición de espacios.
El equipo local trataba de encontrar su oportunidad en las numerosas acometidas realizadas, aunque serían los bercianos quienes gozarían de los acercamientos más certeros, a través de los envíos y llegadas protagonizadas por Yuri y Ernesto. Con la defensa amurallada ejerciendo un papel inmaculado, y excelentemente secundada por la seguridad de Tabuaço en remates y en salidas a centros laterales, los de Munitis fueron creciendo con el paso de los minutos hasta terminar el periodo cerca de la meta rival. Quintana, el mejor de los albivermellos en esta primera parte, gozaba de una clara ocasión a potente disparo cruzado, que no encontraba premio por muy poco. Por parte rival, las ocasiones se acercaban en un disparo de Carrique, y en un remate al filo del descanso de Yuri, que Aguza sacaba in extremis. Con las espadas en todo lo alto terminaban los primeros cuarenta y cinco minutos de juego.
La vuelta de vestuarios mantendría la intensidad vista en el acto previo. Encuentro de ida y vuelta, con protagonismo para los hombres exteriores y para Quintana en el conjunto local, y con el foco sobre Yuri como faro en el ataque berciano. Los de Munitis adelantaban el bloque sobre terreno rival, e intensificaban la presión sobre la salida rival. Al mismo tiempo, los de Vélez no rendían armas y apretaban el acelerador con una disposición más rígida, aunque incisiva. El preparador albivermello movía banquillo local, y daba entrada a Antonetti y a Antoñín aumentando así el potencial ofensivo de un conjunto que empezaba a encontrar su mejor versión.
El ritmo de juego no decrecía un ápice, y las circunstancias favorecían el despliegue de un CD Lugo valiente y decidido. Sabit ponía en marcha su habitual despliegue físico desde la medular, bien apoyado en circulación en un oportuno Aguza, y juntos construían la base del juego que acercaba las posibilidades de gol al ataque albivermello. Quintana y Jozabed ejercían como enganches de calidad para la presencia en punta de los recién ingresados, y el caudal ofensivo aumentaba de manera clara. Antoñín dibujaba una trazada de fantasía desde el carril del 10, obligando el meta rival a realizar la parada de la tarde para evitar el gol local. El tramo final del choque acumulaba las tentativas por ambos bandos, con un descomunal Antoñín en el uno contra uno, levantando al público asistente con eficaz desborde interior y peligro constante en cada acción individual. Pese a todos los esfuerzos, sin embargo, el juego no sería justo con los de Munitis, y no habría suerte esta tarde para el CD Lugo. Pese a merecerlo más, no obtendría el merecido premio de la victoria al término de los noventa minutos, concluyendo con empate este primer round del Derbi Dos Ancares.
