El CD Lugo aterrizaba en el Estadio de Pinilla con la misión de conseguir el botín de los puntos en juego frente a uno de los conjuntos más en forma en su feudo. Los de Alves iniciaban el duelo con su esquema clásico, contando con las novedades de Javi Vázquez en el lateral izquierdo, y de Fran Mérida estrenando titularidad en el eje de la formación albivermella. Enfrente, los de Raúl Jardiel, contaban con los Konaté, Alastuey, Tena o Naranjo, como hombres más destacados en una formación sólida y estructurada desde el arranque del duelo, y que pronto iba a tratar de competir con un CD Lugo más enfocado en la construcción del juego y la iniciativa con balón. Los visitantes buscaban el crecimiento ordenado entre las ajustadas líneas turolenses, al tiempo que buscaban minimizar las entradas a balón directo del rival. Castillo, de duro disparo desde la frontal, y Naranjo, desde el corazón del área, probaban la seguridad de un Lucas eficaz en todo momento.
El encuentro transcurría entre dos propuestas diferenciadas, y con un nivel de intensidad alto en cada disputa. La pugna por el control del juego aéreo se antojaba clave a la hora de aventajar al rival, y el balón parado adquiría peso específico en cada acción. Los de Alves buscaban la entrada por costados con Da Costa y Aranda como avanzados en labores de desborde y uno contra uno. Con Fran Mérida y Jozabed como brújulas de juego, los visitantes sumaban más balón en su haber, aunque sin cristalización efectiva en últimos metros. La primera mitad finalizaba con alta igualdad entre ambos contrincantes bajo el frío turolense.
La segunda mitad iniciaba con cambio en las filas amuralladas, dando entrada a Nacho Quintana en lugar de Aranda. La propuesta se mantenía intacta, y los lucenses buscaban convertir su mejor juego en ventaja en el electrónico. La oportunidad sería bien aprovechada por Sergio Aguza, que, en una buena llegada de segunda línea, y tras un primer remate bloqueado por la zaga rival, conseguía batir a Konate de buen remate. La fortuna sonreía a un CD Lugo que apostaba más que su rival por conseguir el triunfo.
El encuentro no iba a perder fuelle pese a la ventaja visitante, y Carmona aprovechaba un balón sobre el área albivermella para empatar el partido. Jarro de agua fría para los de Alves que, sin embargo, resurgieron ante la dificultad y adelantaron líneas en busca de su merecido triunfo. Tras varias tentativas, y con el rival afanado en la defensa de su posición, Mario Da Costa servía un preciso pase al corazón del área que, de nuevo, era aprovechado por un omnipresente Aguza para conseguir el segundo de la tarde para el equipo, y en su cuenta particular. Merecida ventaja para un equipo que vería como Antonetti y Antoñín hacían su entrada para reforzar un bloque que equilibró hasta el final en ataque y defensa con oficio y entrega máxima. Con el pitido del colegiado finalizaba el encuentro con tres puntos de oro para el CD Lugo.