El CD Lugo saltaba al verde de la Nova Creu Alta con la misión de pelear los puntos ante un CE Sabadell necesitado y con todo en juego. Los de Munitis iniciaban el partido con el esquema clásico presente en el equipo, y con las novedades de Andrés Castrín en el eje de la zaga, Lucas Díaz en portería, Torrado en el lateral derecho, y Aranda como titular conformando la línea de enganches con Narro y Quintana. Enfrente, los de Gerard Bofill buscaban un triunfo en casa con los Moyano, Herrera, Ortolá o Manel Martínez como principales rostros visibles del bloque arlequinado. El choque iba a tomar muy pronto alta velocidad con ocasiones en ambas áreas, iniciando con dos acercamientos claros de los visitantes, en un centro envenenado de Narro, y en un remate de Castrín a la salida de un córner, que obligaba a Ortolá a una gran parada. El equipo amurallado dominaba la posesión y la construcción ordenada desde propio campo, frente a un rival reactivo y veloz a los espacios, y que buscaba en la pérdida rival su principal vía de entrada a campo contrario. Juego sólido y repleto de apoyos y rupturas por carril exterior, que iba a tener en Antonio Aranda a uno de sus máximos protagonistas. Dos ocasiones del mediapunta, una en un disparo desde la frontal que desvía la zaga, y otra en una finalización de contragolpe que atrapaba el portero catalán, serían la tarjeta de presentación de un futbolista activo durante todo el periodo.
La primera parte continuaba intensa, con un CD Lugo dominador e incisivo, frente a un CE Sabadell ordenado y voraz en las contras, que trataba de desarmar la propuesta de control de los de Munitis. El equipo local apuraba sus opciones en la presión alta y robos sobre salida contraria, atacando con criterio a través de Herrera, y con peligrosos balones cruzados por ambos flancos. Doménech estaba a punto de conectar un buen envío raso de Moyano al segundo palo, y los de Bofill daban un paso adelante en busca del gol de la ventaja. Sendos cabezazos, de Manel y Quintana, para cada uno de los contrincantes, acercaban nuevamente el gol, aunque sin éxito final, en ambas porterías. La primer parte llegaba a su fin con una gran combinación entre Aranda y Narro, que terminaba con un centro preciso de éste último, al que Antoñín no llegaba por centímetros.
La segunda parte continuaba el guion previsto y los equipos no levantaban el pie del acelerador para continuar generando ocasiones de gol. Quintana, de nuevo, acercaba las opciones visitantes, en un CD Lugo que trataba de contemporizar con calma y paciencia sobre un encuentro que, por momentos, escapaba al ritmo sostenido que los de Munitis marcaban. Los amurallados seguían combinando y llegando con claridad, y aumentaban su potencial con la entrada de Antonetti en punta de ataque. Apuesta clara por tratar de conseguir la victoria, secundada con la entrada de Fuentes y Aguza, para añadir más mordiente y oxígeno a un encuentro de importante desgaste colectivo, tanto en faceta ofensiva como en la tarea de cierre de espacios.
El choque permitía opciones para ambos bandos, y aunque el CD Lugo mandaba a los puntos, la igualdad imperante era máxima. Una gran ocasión de Leandro, bien detenida por Ortolá, acercaba el peligro a la meta local. A renglón seguido, Quintana, en su enésimo testarazo, rozaba el larguero arlequinado con un gesto de quilates. El cerco se estrechaba sobre el área blanquiazul, pero la suerte era esquiva para los de Munitis. El conjunto gallego alternaba entrada por costados con combinación interior, y circulación sobre campo rival con buenos envíos en busca del remate aéreo. Pruebas y alternativas con las que trataban de abrir el complejo entramado defensivo de un CE Sabadell que, con el paso de los minutos, centró sus esfuerzos en no encajar tanto alguno. El encuentro iba a premiar finalmente a quién más lo mereció, y al filo de la conclusión, Leandro Antonetti aprovechaba un gran servicio de Aguza a balón parado para cabecear el tanto de la victoria. Tres puntos de justicia para un equipo que no se rinde jamás.
