El CD Lugo llegaba al Nuevo los Cármenes con la misión de medir fuerzas ante un Granada CF en busca del ascenso de categoría. Íñigo Vélez daba entrada a Barreiro, Idrissa y Andoni en el once inicial, y formaba con estructura de tres hombres en medular, sustentando línea de tres efectivos en punta de ataque. El choque iniciaba intenso, con un rival poderoso que se armaba desde el arranque con los Uzuni, Weissman, Puertas, o los ex albivermellos Ignasi Miquel o Ricard Sánchez. Encuentro de dominio local, con los amurallados tratando de encontrar sus opciones a balón directo, buscando la interacción de ambas bandas en la ruptura. A pesar del esfuerzo táctico realizado desde el arranque por parte del CD Lugo, pronto iban a llegar las ocasiones en contra con un primer disparo de Weissman que Sequeira sacaba con el pie. Los minutos seguían transcurriendo y, aunque los de Vélez buscaban amenazar desde costados, el control de la parcela ofensiva correspondía a los locales.
Así, pasado el primer cuarto de hora de juego, una jugada por perfil derecho, tras rápida combinación entre los hombres de ataque de Paco López, iba a terminar en remate de Antonio Puertas, que perforaba la meta de Sequeira con potencia y colocación. Jarro de agua fría para los visitantes, que trataron de reponerse desde ese momento con oficio, esfuerzo, y corazón, pero sin precisión en la búsqueda de rentabilidad deseada en el desgaste realizado. Con Baena como hombre más destacado en los duelos individuales, los de Vélez buscaban su poderío aéreo en el envío por alto, sin fortuna en metros finales. Por el contrario, sería Bryan quién, tras magnífica jugada individual en la que se zafaba de tres rivales, terminaba rematando a la escuadra para doblar la ventaja nazarí antes del pitido de descanso.
La vuelta de vestuarios traería un escenario complejo para los lucenses, que veían como el ritmo de juego y el avance rival dificultaban el acercamiento en el marcador. Los de Vélez trataban de modificar una propuesta que no ofrecía las prestaciones suficientes en metros finales, buscando acumular un número cada vez mayor de efectivos en zonas de remate. Enfrente, el Granada CF continuaba con su plan de apuesta posicional, dominando los tiempos de un choque en el que el marcador ejercía un condicionante absoluto. Leandro y Sebas hacían su ingreso en el verde para tratar de ofrecer opciones en ataque, sobre todo en acciones sobre espacio a la espalda rival.
El encuentro encaraba su tramo final, y ambos equipos buscaban sus opciones, aunque en situación y disposición diferente. El CD Lugo acumulaba acercamientos concentrados por carril derecho, en el que Loureiro, Baena, y Juanpe en apoyo, ejercían como referencias del crecimiento ofensivo. Precisamente, un remate lejano del centrocampista andaluz se convertía en la ocasión más clara del equipo en este periodo. Las entradas de Guedes, Cuéllar y Avilés añadían oxígeno a un ataque que, pese a todo lo intentado, finalizaba una tarde estéril en cuanto a efectividad se refiere. El pitido final señalaba la conclusión del encuentro, y la derrota de un CD Lugo que trabajó sin éxito hasta el final.





































