El estreno de Roberto Trashorras en el banquillo del CD Lugo iba a tener en el choque frente al CF Fuenlabrada su bautismo de fuego. El equipo amurallado medía fuerzas ante el conjunto madrileño en un duelo clave para el devenir de ambos conjuntos. El primer once del preparador de Rábade incluía a Morgado, Antoñín, Thiago Ojeda y Quintana de vuelta a la formación inicial, sobre un esquema de cuatro hombres en zaga, secundando dos líneas de tres en avance. El conjunto local buscaba el mando de partido frente a un CF Fuenlabrada ordenado en lo táctico, y físico en sus acercamientos, apoyado en la velocidad al espacio de sus tres puntales: Sergio Benito, Fer Ruiz y Raúl. Arranque de partido muy ajustado y con opciones para ambos bandos, con el conjunto local mandando en elaboración e iniciativa, controlando la salida desde propia área, y construyendo de manera ordenada a través de buenos sistemas de apoyos, y buscando por banda la amplitud de campo.
El encuentro, complejo en lo táctico, permitía aproximaciones contadas sobre ambas porterías. En su primer acercamiento, el CF Fuenlabrada ponía a prueba a Lucas, quién respondía con calidad a un centro-chut envenenado de Fer Ruiz. Enfrente, los albivermellos contestaban con una gran combinación en la frontal del área, finalizada por Da Costa en la llegada más clara, aunque sin fortuna frente a la salida de Belman. Benito se convertía en la referencia de los azules, mientras que Quintana y Jozabed marcaban la pauta de los locales en faceta ofensiva. Aparecía de huevo Lucas en un gran remate de Raúl, y salvaba la igualada en una primera mitad ajustada al extremo.
La segunda parte arrancaba con grandes sensaciones para el CD Lugo. Da Costa gozaba de un nuevo acercamiento claro en otro mano a mano, que Belman resolvía con la parada de la tarde, sacando un pie milagroso frente al extremo. A partir de ahí, el conjunto local cercaría a su rival en propia área, sometiendo con envíos cruzados y disparos desde media distancia a un CF Fuenlabrada que sobrevivía a base de defender con enorme acumulación de hombres prácticamente sobre la línea. Mario Da Costa y Fran Mérida estrellaban sendos disparos en la muralla azul, con protagonismo para un Belman que se erigía en la figura del equipo dirigido por Carlos Martínez.
El encuentro pertenecía a los puntos a un CD Lugo vertical e incisivo, que concentraba en ambos carriles sus vías de llegada a portería. El trabajo de Da Costa en el desborde suponía la opción más clara en materia de ataque en el ecuador de un segundo acto intenso e igualmente ajustado en lo posicional y táctico. Antonetti, Mérida y Johaneko hacían su ingreso en busca de piernas y oxígeno para sumar a la propuesta local, que comportaba un importante desgaste para un conjunto amurallado que no rendía armas en busca de la victoria. Posicionamiento elevado sobre terreno rival y líneas altas en busca de robo sobre salida, y recuperación rápida de balón cerca de área visitante. Narro y Aranda apuntalaban el ataque albivermello, que en los últimos minutos del choque incrementó su ratio de llegadas, siendo un centro de Mérida al corazón del área, con remate de Antonetti y paradón de Belman incluidos, la ocasión más clara del final del encuentro. Con el pitido del colegiado quedaban repartidos los puntos entre ambos contrincantes, pese a los mayores méritos de un CD Lugo dominador.
