El CD Lugo aterrizaba en Lezama con la misión de conseguir rédito en su visita a uno de los equipos más aguerridos de la categoría. Los lucenses medían fuerzas ante la SD Amorebieta en un choque entre dos conjuntos sólidos, fuertes en el cuerpo a cuerpo, y eficaces en sus planteamientos. Rubén Albés introducía la novedad de Fernando Seoane en el centro del campo, sin modificar el resto de un esquema que presentaba idéntica estructura a la ya vista con anterioridad en el último compromiso. Cuéllar, Ramos y Carrillo amenazaban la meta rival, bien secundados por la estructura de tres hombres a la que se añadía, además del capitán albivermello, Xavi Torres y Señé. Primeros minutos de juego equilibrado, con el CD Lugo como motor del encuentro, dominador de posesión y generador de contextos, frente a un rival compacto, intenso en cada acción, y fuerte en las disputas aéreas como tarjeta de presentación en el inicio de choque.
Pronto iba a aprovechar el CD Lugo su mejor arranque ya que, apenas transcurridos un par de minutos de encuentro, Josep Señé encontraba el camino del gol tras un saque de esquina bien ejecutado por Ricard. Primer golpe de los amurallados, poniendo en justa ventaja al conjunto que más y mejor estaba desarrollando su juego hasta el momento. El partido se dirigía hacia una intensa batalla por el control del juego aéreo y los espacios en zona medular. Las segundas jugadas cobraban especial relevancia en el crecimiento de los equipos, y el duelo se equilibraba en una pugna compleja y de intenso desgaste para ambas retaguardias. Los azules lograrían la igualada con un tanto afortunado de Iker Bilbao, cuyo disparo desde la frontal tocaba en la zaga, despistando a Vieites que nada podía hacer ante el remate. El equilibrio en la contienda era constante, aunque con más acercamientos por parte visitante para buscar la ruptura. El ahínco lucense fue tal que, al borde del descanso, llegaría la ventaja para los de Albés. Un tanto que cristalizaba tras un balón largo sobre la vanguardia albivermella, domado con calidad por Chris Ramos, que dejaba bola franca para el remate de Carrillo, imparable para Saizar.
La vuelta de vestuarios mantenía las espadas en todo lo alto. Los amurallados seguían mandando en iniciativa de juego, aunque cada acción era ampliamente disputada por un rival que no perdía la cara al partido. El choque no perdía un ápice de intensidad, sobre todo en lo referido al balón aéreo, absoluto protagonista en la tarde de hoy. Acercamientos peligrosos por parte local, con gol invalidado por fuera de juego incluido, a los que la estructura albivermella respondía con orden y rigor táctico. La segunda parte dejaba ver un CD Lugo muy equilibrado, eficaz en el cierre de espacios, y activo en la búsqueda de opciones en ataque.
El duelo seguía por su vertiente más exigente, y Albés daba entrada a Sebas Moyano en lugar de Cuéllar, buscando oxigenar a banda derecha. El equipo mantenía su apuesta por el trabajo y la ambición, tratando de sorprender a espalda de zaga rival con envíos largos a la carrera de Chris Ramos, su hombre más activo en materia ofensiva. La entrada de Barreiro dejaba a las claras la intención del CD Lugo de pelear hasta el final por ampliar su marcador, los de Albés no perdían hilo al encuentro, y seguían acumulando acercamientos de nivel a la meta contraria, sobre todo a través de centros cruzados, y buenas internadas en conducción de Señé, ejerciendo de eje en carril interior. Los amurallados gestionaron con nota el tramo final de un choque que se endurecía por momentos, y que obligó al equipo a dar su mejor versión de la temporada fuera de casa para ganar. La mejor de las noticias llegaba con el gol de Sebas Moyano como colofón, en su estreno con la camiseta del CD Lugo. Gol importante y rúbrica de quilates para volver a la senda de la victoria. Pitido final, y tres puntos de oro para lograr un merecido premio tras la batalla.
