El CD Lugo regresaba al Anxo Carro con el objetivo de ofrecer a su afición un triunfo frente al FC Andorra. Modificación del dibujo habitual mediante, Íñigo Vélez disponía novedades en un centro del campo conformado por Juanpe, Señé y Carbó, y una punta de ataque con la responsabilidad del gol para Baena, Moyano y Avilés. Primeros minutos de búsqueda de espacios en la ordenada estructura andorrana, donde nombres como Bover, Pampín, Bakis, o el ex albivermello Alende, marcaban la pauta de un juego basado en la posesión y el control de balón como premisas. El choque arrancaba intenso, y favorecedor para los intereses del CD Lugo cuando Señé, a pase de Juanpe, remataba una buena combinación, alojando el balón en las mallas de la meta de Vidal. Primer tanto de la tarde, y premio para un CD Lugo mejor que su rival hasta ese momento.
El choque enfrentaba estilos diferenciados sobre el verde, con un CD Lugo trabajador y animoso en el intento, frente a un FC Andorra dominador desde el control del esférico y los tiempos. La velocidad por bandas de los locales, contrastaba con el dominio espacial de un rival muy eficaz en automatismos y generación de espacios desde la salida ordenada desde meta. El conjunto visitante iba a lograr la igualada en una buena jugada por perfil izquierdo, que terminaba en pase interior para el remate de Bover. Empate para los de Sarabia, y todo por decidirse en una primera mitad que reduciría progresivamente el ritmo de juego. Sebas, por partida doble, y Avilés, probaban fortuna en remates con intención, pero sin fortuna en la cristalización de cara a gol.
La segunda parte continuaba con la tónica vista en su predecesora, el ritmo de juego continuaba concretado en acciones puntuales, y el CD Lugo se veía obligado a dar un paso adelante en busca de la victoria. Por parte local, Marc Carbó buscaba desde media distancia el tanto de la ventaja, a lo que contestaba Iván Gil por parte andorrana, con un remate desde la frontal que se escapaba por poco. Vélez movía el banquillo, Hacen, Clavería, Andoni, Antonetti e Idrissa hacían su ingreso a lo largo de la segunda mitad, y el bloque se veía reforzado con piernas, oxígeno y desborde para tratar de ganar el encuentro. La expulsión de Calavera igualaba las fuerzas numéricas sobre el césped.
El tramo final de partido dejaría entrever la calidad y el peligro generado por Antonettí e Idrissa, las grandes noticias del partido de hoy. Especialmente activo el mauritano en su actuación, con calidad en el uno contra uno, y desborde constante por banda. El crecimiento del equipo era evidente, y rozando el último cuarto de encuentro, Alberto cabeceaba a la red un buen envío de Clavería, logrando la ventaja en el marcador. Gol merecido que, sin embargo, iba a perder pronto su efecto a causa del tanto de Iván Gil que, al borde de la finalización, certificaba de duro derechazo un empate que dejaba a los de Vélez sin el premio de los tres puntos.