EL CD Lugo no pudo con el intercambio de golpes en el que se convirtió el partido frente al CD Tenerife.
Un día más tarde de lo previsto el Heliodoro Rodríguez López acogía un CD Tenerife-CD Lugo que no pudo celebrarse debido al temporal de lluvia y viento que afectó al archipiélago canario. En esta ocasión el cielo no amenazaba la celebración del choque en la tierra de un Iriome que recibió los aplausos de la hinchada local antes de arrancar el duelo.
Con el equipo de Joseba Etxeberría posicionado en el campo del Lugo en las tareas de presión, los locales efectuaron los dos primeros disparos entre los tres palos del partido. Primero Juan Villar obligó a realizar una estirada a Juan Carlos y más tarde fue Acosta quien conectó un disparo que acomodó el meta alcarreño contra su pecho. Los locales mostraban el colmillo en los primeros minutos a modo de aviso, a modo de advertencia de su fortaleza en el Heliodoro Rodríguez López. Pero el primer aguijonazo fue por parte de los hombres de Francisco.
Kravets apuró la banda para conectar un centro que Chuli dejó pasar y Fede Vico supo enviar al fondo de las mallas con mucha inteligencia. Era el primer golpe al mentón en una noche que prometía muchos intercambios. Por desgracia para los intereses del CD Lugo, el CD Tenerife devolvió el impacto rápido. Apenas habían pasado un par de minutos del tanto lucense cuando Moreno Aragón señaló penalti en una disputa entre Leuko y Bryan Acosta dentro del área. Samuele Longo subía la igualada en el marcador. A partir de ahí, ambos conjuntos se entregaron a pecho descubierto en un partido en el cualquiera de los dos podía volver a hacer daño en cualquier momento. Lo consiguió el Tenerife, que en menos de 10 minutos volteó el marcador. Juan Villar aprovechó un rechace a un pase bombeado dentro del área y hacía el segundo de los "Chicharreros".
Hasta el descanso ambos conjuntos firmaron un duelo intenso, de poder a poder. De esos que disfrutan los aficionados, pero que no son tan del gusto de los técnicos. Tuvo ocasiones para lograrlo y mereció empatar el conjunto albivermello. Pero al final tuvo que conformarse con tomar aire en los vestuarios y diseñar un plan para abordar el barco tinerfeño en el segundo parcial.
La segunda parte arrancó con un guion que parecía escrito por el mismo autor. Un partido con muchos espacios concedidos por ambos equipos y un Lugo que tuvo su primera ocasión en las botas de Chuli. Francisco introdujo un doble cambio para variar el desarrollo del mismo, pero al poco de entrar Albarracín y Jaime en lugar de Cristian Herrera e Iriome, los albivermellos recibieron un mazazo que ponía todo muy cuesta arriba. El Tenerife hacía el 3-1 y al Lugo sólo le quedaba intentar la heroica. Por su parte, con el viento a favor, Etxeberría introducía a Vitolo por Acosta para intentar disminuir el riesgo en el intercambio de golpes.
Los hombres de Francisco buscaron un gol que les metiese en el partido, pero no consiguieron abrir una fisura en la defensa canaria. Con el equipo volcado hacia la portería tinerfeña, el Tenerife buscó los duelos individuales a la contra para cerrar el marcador. No lograron aumentar una distancia con la que murió el partido y las esperanzas del Lugo de rescatar al menos un punto. El CD Lugo regresará mañana a Galicia con un claro objetivo: preparar el duelo del sábado frente al Granada para lograr un buen resultado y regresar a la senda del triunfo.