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Primer equipo

Lugo cree (4-2)

Los albivermellos, empujados por el Anxo Carro, mantienen el pulso por la salvación venciendo al Almería

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Una batalla contra las emociones en la que saber controlarlas será la clave del éxito. Así será la travesía hacia la salvación de un CD Lugo que ante la UD Almería ha demostrado que cree en ella. La comunión entre el equipo y la grada empujó a los albivermellos a la primera victoria de la era Jiménez. 

El CD Lugo aterrizaba en una soleada mañana en el Anxo Carro con una obligación: lograr la victoria. Daban igual la forma o el fondo, los resultados de los rivales hacían que la necesidad de sumar tres puntos fuese imperiosa si no querían convertir el reto de la salvación en el más difícil todavía. El Almería, con los deberes hechos y la ilusión del play off, vivía el arranque del choque con más aplomo. El plan: jugar con los nervios locales. 

Pero los de Eloy Jiménez, que mostraron ambición y hambre, comenzaron haciendo daño por las bandas y con un Manu Barreiro que en modo titán, se apoderaba de todos los balones aéreos ante Owona. Desde la izquierda llegó el primero gol, cuando Manu erraba el remate a un centro de Lazo y Gerard Valentín enganchaba el balón muerto en la frontal para adelantar a los locales. 

Primer subidón de adrenalina local y primera ventaja a defender. Los almerienses, sin generar ocasiones, avanzaron metros en busca de un empate que llegó de una falta de entendimiento en una cesión, en la que Álvaro Giménez anduvo listo para robar la pelota y batir a Juan Carlos a la segunda. De nuevo las emociones a flor de piel y la necesidad de controlarlas. Pero el conjunto amurallado hizo un ejercicio de personalidad en la matinal lucense. No tardó ni un minuto en volver a ponerse por delante en el marcador gracias a un tanto de Manu Barreiro que, con esas piernas infinitas, pescó un centro de Luis Ruiz. Con un suspiro de alivio se fueron al descanso los locales. Marcador a favor en un primer parcial en el que merecieron ese resultado.

La vuelta de vestuarios trajo a un Lugo intenso, con la menta puesta en cerrar el partido y en el que Herrera hacía mucho daño a los centrales andaluces en las transiciones. Y fue tras otro centro que bajó ese faro humano, de apellido Barreiro, cuando el delantero grancanario hacía el tercero. Manu estrelló el balón el larguero, pero Cristian no dejó escapar el rechace. 

El equipo de Fran Fernández no quería dejar escapar sus opciones de play off y por ello el técnico almeriense pasaba al ataque dando entrada a Chema y David Rocha. Generaron peligro los visitantes, pero el CD Lugo conseguía mantener controlado un partido que cada vez tomaba más tono albivermello. Y cuando muchos pensaban ir a celebrar el día de la madre con una victoria bajo el brazo, un ex, Pablo Caballero, metía el susto en el cuerpo a la parroquia local. El nueve argentino cabeceaba el 3-2 al fondo de la red. El panorama pintaba 10 minutos de desfibrilador para que el Anxo Carro pudiese celebrar de nuevo una victoria.

Pero este Lugo creyente, demostró que era capaz de controlar las emociones. Tres minutos después Lazo cerraba el partido tras una contra. Punto y final. Tres puntos más que necesarios y la familia albivermella que podía irse a celebrar el día de la madre con una sonrisa de oreja a oreja. La primera de las seis finales saldada con victoria. La siguiente será cerca, en Gijón. Una oportunidad inmejorable para que la unión entre equipo y afición siga sumando puntos.

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