Dos equipo con ganas de reencontrarse tras las derrotas en la última jornada, un escenario como el Heliodoro Rodríguez López y la intención de poner tierra de por medio con los puestos de abajo. Los ingredientes previos al CD Tenerife-CD Lugo invitaban a pensar en dos escenarios: uno de pura pasión y otro con dos equipos muy pragmáticos.
De inicio pareció desmelenarse el conjunto chicharrero, con el empuje del Heliodoro Rodríguez López, acumulando muchos hombres en el medio y elevando la presión hasta situar a sus delanteros en la frontal del área de Juan Carlos. Con el conjunto local estirado, los albivermellos buscaban la contra con balones largos, pero los lucenses no terminaban de encontrar el camino.
Javi López decidió entonces girar el tablero y cambiar el planteamiento ante un conjunto de Oltra con hasta seis novedades con respecto al equipo que perdió en Mallorca, pero que mantenía la apuesta por la defensa de 5 con carrileros y la acumulación de hombres en el mediocampo. El técnico catalán daba entrada a Sergio Gil para equilibrar la balanza y los albivermellos recuperaron el tempo de un partido en el que no se vieron grandes ocasiones en el primer parcial.
El telón de la segunda mitad se levantaba con un Lugo que dominaba el tempo del partido y que fiaba su porvenir a las carreras de Lazo, Iriome y Dongou. El conjunto amurallado aprendió la lección que señaló Javi López tras el partido en Elche: “Las prisas son malas consejeras”. Y los lucenses supieron proteger un punto que no peligró prácticamente en ningún momento. Como mucho en los minutos finales. Al final reparto de puntos en un partido muy peleado que son un estupendo acicate para los dos próximos partidos que se van a jugar en el Anxo Carro.
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